jueves, 14 de noviembre de 2013

Anfiteatro Flavio (Coliseo) de Roma


Lo construyen Vespasiano y Tito entre los años 70 y 80 de nuestra era, sobre parte de la Domus Áurea de Nerón. Es conocido como Coliseo por el coloso de bronce de 30 metros situado al exterior, que originariamente representaba al Sol y posteriormente el emperador reinante o el Genius de Roma. La inauguración del nuevo anfiteatro en el año 80 supuso cien días de espectáculos, que fueron descritos por el poeta bilbilitano Marcial. Una vez abandonado su uso, se convirtió en cantera para los romanos, especialmente desde que fue destruido en parte por terremotos en los siglos XIII y XIV.

Es una enorme elipse: su diámetro mayor mide 188 m., el menor 156 de ancho, y alcanzaba los 51 m.de altura. Tenía capacidad para 50.000 espectadores, de los cuales 40.000 sentados. La arena es la pista central para los combates. Su innovación más importante fue el subsuelo de unos diez metros de profundidad: pasillos, rampas, escaleras y grúas, que permitían elevar las jaulas con animales a cualquier punto de la arena.

El graderío o cavea está diseñado como la del teatro: anillos concéntricos escalonados. Los espectadores se distribuyen según su categoría: en la parte inferior están los palcos para el emperador y los tribunos, y los asientos para la gente más importante. Era el sector más cómodo y mejor decorado. Hacia lo alto, y por este orden, se encuentran los patricios, la clase media y las mujeres. Donde termina el graderío, Tito ampliará el anfiteatro con la construcción de un quinto piso en el que, sin asientos, pueda acceder el pueblo. Desde estas alturas, una corona de mástiles sostenía un complejo sistema de cordajes, poleas y toldos para proteger todo el interior. Al igual que en el teatro, el acceso y distribución del público se hace por numerosos ingresos, escaleras, vomitorios y deambulatorios, lo que permite una rápida ocupación y desalojo.

El tratamiento de los exteriores se basa en el escalonamiento de órdenes, y se inspira en parte en el Teatro Marcelo de Roma. Los tres primeros pisos se componen de arquerías encajadas en intercolumnios de orden toscano, jónico y corintio. Columnas, pilastras y entablamentos no tienen función tectónica, sino articuladora del muro y, gracias al juego de sombras de los vanos, se aligera el conjunto. El cuarto y el quinto piso fruto de la ampliación de Tito ofrecen un aspecto distinto: predomina el muro, sólo interrumpido por pilastras corintias y ventanas alternas. Es en la cornisa que separa el tercer del cuarto piso donde se apoyarán los poderosos mástiles para los toldos.

El esquema constructivo se basa en siete anillos concéntricos formados por arquerías que se superponen formando pisos (como en los acueductos). Ochenta muros radiales se entrecruzan con ellos, y sostienen bóvedas y graderíos. El anillo que rodea la arena, de 3,6 m. de altura, y el más externo equilibran los empujes haciendo de contrafuertes. El material básico es el ladrillo macizado con cemento, y el hormigón, que quedarán ocultos por sillares de piedra. Se utilizan diversos tipos de bóvedas: de cañón, de aristas...

Maqueta de la Antigua Roma
Planta (cada sector, un piso)
Alzado y sección
Superposición de órdenes
Exterior
Entrada LII
Corredor de acceso
Deambulatorios
Deambulatorio con bóveda de cañón
Deambulatorio con bóveda de arista
Cavea
Arena y subterráneos
Capitel compuesto
Aliviadero
Gladiadores en un mosaico romano
Pollice Verso, óleo de Jean-Léon Gérôme, 1872
Última oración de los mártires, por Jean-Léon Gérôme, 1883
Naumaquia, dibujada por Jacques Martín
Gladiator (2000)

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