martes, 22 de abril de 2014

Jean-François Millet: El Ángelus


Óleo sobre lienzo. 1855-57. 55 por 66 cm. Museo de Orsay, París

En 1865, Millet decía: “El Ángelus es un cuadro que he realizado recordando cuando trabajaba de pequeño en el campo; en cuanto se oía el toque de las campanas, mi abuela nos hacía detenernos en nuestra labor para rezar el ángelus por los pobres muertos”.

El cuadro, de pequeño tamaño, representa a un matrimonio campesino que, al atardecer, se detiene a rezar devotamente la oración del Ángelus, oración en memoria de la anunciación del ángel a María. Las patatas que ha recogido descansan en un capazo a sus pies, y sobre una carretilla, en sacos. A la izquierda, y en paralelo a los cuerpos, aparece enhiesta la horca. Tras ellos, un amplio panorama en el que se aprecia, en el horizonte, la silueta del pueblo con la torre de su iglesia, que acaba de tocar las campanas.

Las dos figuras son robustas, monumentales, sin comunicación entre ellas. Están recogidos en la oración, con expresión devota: él descubierto, con el sombrero en las manos, ella con las manos unidas ante el pecho. Millet parece inspirarse en las poderosas anatomías de Miguel Ángel. El contraluz nos deja a los dos personajes en una cierta penumbra: sólo percibimos sus gestos y postura. La luz tangente, lateral, del atardecer unifica toda la obra y le da un cromatismo terroso, apagado y sobrio, muy matizado. Van Gogh exclamó: “parece pintado con la tierra que labran”.

Jean-François Millet representa el triunfo de la escuela realista que, a mediados del siglo XIX, deja de lado (sólo hasta cierto punto) los grandilocuentes temas y técnicas románticos. Interesado especialmente por el mundo campesino, predominante en la Francia de la época a pocos kilómetros de París, se instalará (como otros pintores) en Barbizon, zona boscosa cercana a Fontainebleau. En sus cuadros dignifica a sus humildes habitantes: son ellos los que con su trabajo duro y constante sostienen la refinada viva ciudadana. Ahora bien, más que la denuncia social, lo que predomina en su obra es un cierto sentimentalismo suave y nostálgico.

El Ángelus se hará famoso muy pronto, y se convertirá en uno de los iconos característicos de nuestra cultura. Muchos pintores se verán atraídos por esta obra, que dará lugar a numerosas interpretaciones y réplicas. Destacan las que, desde originales presupuestos psicoanalíticos, realizará el gran surrealista Salvador Dalí.


Y en gran definición:


Dali, Reminiscencia arqueológica de El Ángelus de Millet (1933-35)
Dalí, El Ángelus arquitectónico de Millet (1933)
El Ángelus, de Frank Giroud y José Homs (2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario