martes, 22 de abril de 2014

Édouard Manet: El almuerzo en la hierba


Óleo sobre lienzo. 1863. 208 por 264 cm. Museo de Orsay, París.

Todos los años se organizaba en París el prestigioso Salón Oficial, en el que los principales pintores competían entre sí. En 1863 el jurado de admisión fue muy estricto, y Napoleón III permitió que se abriera una exposición paralela, el Salón des refusés (de los rechazados). Allí se expuso esta obra, con el primitivo título de El baño.

El cuadro representa, sobre un fondo de frondas con un riachuelo, un grupo formado por dos jóvenes (el hermano y el cuñado de Manet) que conversan sentados en el césped, y con ellos (mirando al espectador) una mujer desnuda con el cuerpo visto de perfil; otra bañista aparece al fondo (la modelo Victorine Meurend y la propia esposa del artista). Y en primer término y a la izquierda ropas y una pamela, una cesta que contiene frutos y otros alimentos de una comida campestre. Es un picnic al aire libre, uno de los temas favoritos de los realistas por su combinación de figuras contemporáneas, paisajes y naturaleza muerta.

Pero la unión de personajes vestidos y desnudos (y además reconocibles) resultó un tanto escandaloso, a pesar de que se inspira diractamente en obras clásicas como el Concierto campestre de Tiziano, o El Juicio de París de Rafael (conocido a través de un grabado). Pero lo que produjo más rechazo fue su tratamiento pictórico. Manet pintó el cuadro en su estudio, y expuso su concepción del color y el tratamiento de las figuras vistas como masas cromáticas de las que desaparecen los medios tonos. Respecto a la perspectiva, el público la juzgó “absurdamente aberrante” con la figura femenina que parece suspendida en el aire en un espacio plano a la altura de las cabezas de los tres protagonistas. Todo ello es lo que algunos autores han llamado deconstrucción del lenguaje mimético.

Manet parte del realismo pictórico de mediados del siglo XIX, pero inicia un cambio de dirección que abandona los presupuestos establecidos desde el renacimiento, y que va a conducir directamente a la pintura contemporánea. Interesa la obra en sí misma, y el tema pasa a ser, en el mejor de los casos, secundario. Hasta entonces un cuadro era un modo de representar la realidad, desde ahora un cuadro es una forma específica de percibir e imaginar el mundo. Alrededor de Manet se formará el primer grupo de pintores que romperán definitivamente con la tradición, los impresionistas.


Detalle
Un bodegón
Antecedentes:

Concierto campestre de Tiziano
Marcantonio Raimondi, El juicio de Paris, grabado sobre una obra de Rafael
Reinterpretaciones u homenajes:

Picasso, El almuerzo sobre la hierba (1961)
Alain Jacquet, El almuerzo en la hierba (1964)
 J. Seward Johnson, Déjeuner Déjà Vu (1994)

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